1 de dezembro de 2015

Laboratorio de Innovación Cultural de Puebla

El avance científico y tecnológico ocurrido en la última mitad del siglo XX demostró ser la transversalidad el nuevo paradigma, estableciendo nuevas relaciones de intercambio y cooperación entre individuos e instituciones, sobretodo en el desarrollo de proyectos de gran complejidad. La decodificación del genoma humano o el desarrollo de los softwares de código abierto son fruto de la cooperación multidisciplinar de expertos, que mismo distanciados físicamente, pero conectados de modo virtual, aportaran conocimientos complementarios para alcanzar la innovación radical.
Empresas que captaran ese “espíritu del tiempo” lograran un salto exponencial en sus posiciones mercadológicas. Un buen ejemplo es la Apple. Steve Jobs afirmó que gracias al curso que tomo sobre caligrafía percibió la relevancia de los aspectos cognitivos en el uso y manoseo de un producto, haciendo la diferencia entre su computadora personal de los demás competidores y con eso estableciendo un nuevo estandarte para la calidad percibida por los usuarios. Google, la más poderosa herramienta de búsqueda creada por el hombre, logra sus resultados por su capacidad de cruzar informaciones dando-les un sentido común, utilizando criterios de relevancia, frecuencia y confiabilidad.
Todos los avances económicos y sociales basados en tecnologías disruptivas tuvieran fuerte impacto cultural provocando cambios profundos en el comportamiento humano. Esas nuevas tecnologías portadoras de futuro, fruto de conocimientos cruzados permeando inúmeras disciplinas científicas y tecnológicas, se olvidaran muchas veces de hacer proyecciones y prospecciones para evitar o minimizar sus posibles impactos negativos, sea sobre el medio ambiente, sea sobre la sociedad. Toda innovación tecnológica implica en un cambio cultural por el hecho de crear nuevos deseos y necesidades. Consecuentemente nuevas realidades.
La transversalidad es un nuevo reto para la enseñanza académica basada mucho más en la comprensión de fenómenos que en la verticalidad de los contenidos. Una enseñanza sintonizada con su lugar y su tiempo en la historia, su medio y sociedad, diferenciada por los aportes culturales, los conocimientos cruzados, la visión holística, las condicionantes éticas. Formando no solamente individuos capacitados para los nuevos desafíos más aún, ciudadanos responsables y visionarios. ¿No es ese uno de los retos del TEC 21?
Esa visión holística, integradora, transversal es, sin embargo, la esencia del diseño que, hoy por hoy, más que una disciplina es una actitud. El diseño, por no ser una ciencia, se posiciona como un modo de mediación entre saberes complementarios en la búsqueda de soluciones para problemas de interese común. Un diseño comprometido y responsable debe estar apoyado en la trípode: enseñanza, investigación, extensión. Investiga-se, apropia-se y aplica-se.
Objetivo Estructurar un programa transdisciplinar de capacitación, investigación y extensión académica, en el Sistema Tecnológico de Monterrey, propiciando el desarrollo proyectos de promuevan cambios positivos de comportamiento en la sociedad, valoricen la cultura regional y la promoción social. La propuesta consiste en desarrollar proyectos colectivamente para el bien común de la sociedad, generadores de nuevos y saludables comportamientos.
El modus operandi de un Laboratorio de Innovación Cultural
Ofertado como una disciplina optativa semestral el Laboratorio está abierto a alumnos inscritos en cualquiera carrera además de reservar una parcela del upo para egresados de la universidad, posibilitando así una re-oxigenación del ambiente académico a través del aporte de experiencias vivenciadas en el mundo real.
Espera-se con eses grupos multidisciplinarios un enfoque más amplio de los problemas y soluciones menos usuales en la forma de productos o servicios, diseminado nuevas prácticas, socialmente mejores, culturalmente relacionadas, económicamente viables y ecológicamente responsables. En su esencia el Laboratorio es un espacio de experimentaciones, plural, abierto a contribución de externa. Un espacio de encuentros, de formación de redes, de intercambio de conocimientos, de percepción de similitudes y diferencias, actuando de modo cooperativo buscando soluciones para el bien común.
El Laboratorio de Innovación Cultural deberá actuar principalmente en las cuestiones intangibles, uniendo memoria e identidad, oportunidades presentes y senarios futuros. Parte del territorio donde está ubicado y de sus singularidades como fuente de recursos materiales y culturales que permiten diferenciar productos y servicios en un mercado globalizado.
La filosofía de trabajo
Los productos desarrollados en el Laboratorio de Innovación Cultural no serían patentados o con derechos de propiedad demandados pues fueran hechos por muchos y para todos. Seria aplicada la lógica del “commons design” desapareciendo el diseño autoral dando lugar al diseño colectivo, direccionado no a crear deseos y si a cambiar comportamientos.
Estrategia de implementación
Ofertado a partir del primero semestre de 2016 en el Campus Puebla, el Laboratorio de Innovación Cultural tendrá un coordinador y “tutores” invitados de las áreas de conocimiento más requeridas para cada proyecto. En cada semestre un tema de proyecto sería propuesto involucrando problemas relacionados a dos o más áreas de la Economía Creativa y/o de importancia estratégica para la región. El LabinPuebla funcionara en carácter experimental como dos o tres disciplinas obligatorias para alumnos de diseño y opcional para los demás estudiantes del TEC