15 de outubro de 2016

memorias degustativas

Mis memorias gastronómicas remontan al tiempo de la fotografía en blanco y negro, donde solo se fotografiaba el pastel de cumpleaños. Los platos que mas recuerdos me traen se quedaran sin registros fotográficos. Se quedaran grabados en mi memoria por su poesía, singularidad, sorpresa, o por el momento. Así los recuerdo. Con humor, con metáforas visuales, con mensajes cifradas escritas para min mismo. Cada plato esta relacionado, en mi memoria, a una ciudad. Irremediablemente conectados emocionalmente.

8 de agosto de 2016

Un breve despedida

Mi relación con el Tecnológico de Monterrey se escribe por capítulos en mi historia personal. El primer capítulo comprende los últimos veinte y cinco años, en los cuales tuve la posibilidad de impartir curso, talleres y conferencias como invitado o líder académico en los Campus de Cuernavaca, Monterrey, DF, Toluca y Querétaro. El segundo capítulo se refiere a mi estancia como Profesor extranjero visitante en el Campus Puebla, donde logré implementar algunas experiencias pedagógicas pioneras relacionadas con la aproximación del diseño con otras disciplinas de la economía creativa, en especial a través del proyecto Saberes y Sabores de Puebla. Ese proyecto proporciono una aproximación con otras instituciones públicas y privadas abriendo nuevas posibilidades de cooperación e intercambio. Mucho tengo que agradecer a la dirección del TEC y a mis compañeros de trabajo por todo el estímulo y apoyo que brindaran. Fue un capitulo corto, de apenas 12 meses, mas cuya intensidad y lecciones aprendidas repercutirá por toda mi vida. El tercero capitulo aún esta por ser escrito en un futuro cercano, si posible a través de nuevos proyectos que involucran los segmentos el diseño con los otros segmentos de la economía creativa buscando abrir para los estudiantes e investigadores nuevas oportunidades. De esas experiencias llevo conmigo los mejores recuerdos y la amistad de muchos que intentaré preservar con cariño y retribución.

22 de junho de 2016

10 puntos para reflexión y discusión

1. Los alumnos que ingresan hoy en la universidad entrarán en el mercado alrededor del año de 2020, en su mayoría con una visión del diseño de los años 70’.
2. La enseñanza del diseño basada en las especialidades clásicas (industrial, grafico, interiores y moda) ya no encuentra resonancia en la realidad del mercado de trabajo.
3. Enseñar proyecto por quien nunca proyectó es un equívoco pedagógico y un desvío ético.
4. Las reales y más urgentes demandas de la sociedad no seducen ni a los alumnos, ni a la mayoría de los profesores de diseño, que prefieren soñar con una realidad que no existe en los países de Latinoamérica.
5. El paradigma de las universidades de actuar en en el trinomio enseñanza, investigación y extensión no es practicado por casi ninguna de las instituciones que enseñan diseño.
6. El mejor modo de evaluar una escuela de diseño es a través del trabajo de sus alumnos.
7. El diseño no se enseña, se aprende en la práctica. El diseño desconectado de una teoría que lo justifique no es diseño.
8. La única cosa que define la especialidad de un diseñador son los procesos de producción que dominan, pues los fundamentos y las metodologías son las mismas.
9. La cultura es el insumo fundamental para la enseñanza y la práctica del diseño.
10. La asimetría entre oferta y demanda de diseño, culpa de una enseñanza desconectada de la realidad, es un caos social.

1 de abril de 2016

Educar para el diseño

Educar no es enseñar. Educar es moldear un espíritu, abrir nuevas cajas en la mente, apuntar otras direcciones. Educar aún los modos de expresión, verbal, gráfica, digital, tridimensional. Eso exige disciplina, rigor, práctica diaria. Enseñar tiene más relación en el cómo hacer, en dominar los procesos, en trasmitir información. Educación tiene más relación con él porque hacer, en comprender causas y consecuencias de cada proceso. Pienso que los mejores diseñadores que conocí tenían tres características fundamentales: una actitud positiva frente la vida, auto estima elevada y vasta cultura. Cuanto mayor o espectro cultural que uno domina, más responsabilidad tiene sobre su propia cultura. Logran impregnar sus proyectos con un DNA propio y territorial. Parafraseando Tolstoi, para ser universal mejor sea primero conocido en su aldea. Esos elementos de distinción intento estimular en los alumnos, haciendo con que hagan una clavada dentro de sí mismos. Busquen rescatar en su historia personal los elementos de identificación cultural, que solo uno posee. Una buena escuela debería enseñar la importancia de tener una comprensión y una compasión por su entorno. Eso vale principalmente para el diseño. Antes del sueño ególatra de pasar a la posterioridad como responsable por el origen de ciertos objetos, los diseñadores podrían pensar en el bien estar de todos.

29 de fevereiro de 2016

Reflexiones sobre la docencia

En los primeros seis meses que pase en el Tecnológico de Monterrey, considerada una de las mejores universidades de Latinoamérica, 31ª en el mundo en la enseñanza del diseño, confirman la sospecha que ya tenía y comparto con ustedes. Ser profesor nos es ser un transmisor de conocimientos. La tarea de un buen profesor es ser un decodificador de contenidos, provocando el cuestionamiento, aportando una visión adquirida en la experiencia, motivando los alumnos para la investigación y el descubrimiento. Inspirando a través del ejemplo.
La experiencia no es determinada por la edad. Es fruto de una vivencia intensa, del enfrentamiento con otras realidades, del convivio con personas excepcionales, de las derrotas, equivocaciones, errores y logros.
Para adquirir conocimientos indispensables en la formación de un diseñador el google aporta la información necesaria, en tiempo real, plural y filtrado. Resta preguntar si es un buen filtro. Para eso solamente la experiencia puede ayudar, pues no se trata de verificación de la autenticidad de la fuente, más bien se trata de confirmar la veracidad de la información.
La solución de problemas, de cualquier naturaleza, que es lo mismo que inteligencia, necesita del conocimiento para actuar. El conocimiento es el resultado de la aplicación de las informaciones adquiridas, que a su vez son el fruto del análisis y comparación de datos actuales y confiables, que están en constante cambio. Por esa razón los alumnos son capaces de detener mucho más información que sus maestros. Pero cabe a los maestros interpretar y dar sentido a estas informaciones.
Los profesores que no logran dar una clase sin usar un “power point” necesitan revisar sus conceptos. La tarea más importante de un profesor es apuntar caminos. Localizar en el espacio y tiempo las exigencias de nuestra intervención, como seres capaces de mudar el mundo, por lo menos en su alrededor.
Ser profesor, es aún descubrir y revelar talentos, rescatar a los indecisos, cuestionar conceptos, provocar la reflexión, inducir nuevas prácticas culturales, sociales y ecológicamente responsables.
He confirmado, en ese periodo como profesor extranjero invitado del TEC, que es imposible agradar a todos. Cuando escuchas solamente aplausos no estas cambiando nada. Cuando empiezas a sacar las personas de su zona de confort aparece la crítica. Los cambios más profundos solo algunos logran verlos con el paso del tiempo, la distancia… y con el madurar del alma.
Frente al temor del desagrado me acuerdo de la letra de una música de Gilberto Gil que decía: …”unos vinieron para amarme, otros para odiarme y otro simplemente para dormir un rato”. Intentar agradar a todos es lo mejor modo de fracasar.
Carisma es una cualidad, no un atributo del profesor. Puede y debe ser ejercitado con tolerancia, apertura, accesibilidad y sensibilidad. En una clase, para que la comunicación sea efectiva, es fundamental que cada persona tenga su tiempo para hablar, mientras los demás escuchan. El control del tiempo atribuido a cada una de esas intervenciones es tarea del profesor, mediante la autoridad que le conceden los alumnos.
Ser profesor implica proponer desafíos, sobre todo aquel capaz de ampliar la frontera del conocido, hacer que una clase aburrida se transforme en un espacio de aprendizaje placentero y con sentido. Diseñar nuevas realidades, que tengan la capacidad de modificar comportamientos para un bien común es mi filosofía de trabajo.
Ya por último la motivación para ejercer la docencia debería ser, para todos, el deseo de dejar una huella en el corazón y mente de sus alumnos, contribuyendo para hacer de ellos personas memorables. Y mi sueño es que logren ser no solamente buenos, sino los mejores diseñadores del país.
Puebla. invierno de 2016